He mandado lavar "La" alfombra, de aquellas que se enrollan, que se
amarran y que pesan, de aquellas de alguien que no voy a nombrar y que
es dificil olvidar en el camino: Miro su vacío en el piso y ¿será que
voy a partir una vez más; y que tengo que mudarme una vez más? ¿Adónde
la voy a poner en el campo para que se llene de arañas?
Casi nada me va importando en las mudanzas: mis libros, mis
collares, mis piedras, mis efemérides, mi compu, mi celular:
Me gustaría hacerme un turbante con esa alfombra llena de
significados, pero pesa, me gustaría hacerme una falda y/o ya pués,
tirarla en la puta calle y caminarla como un poeta de ida y de vuelta
sonriendo a los transeuntes: y/o ya más Budista, escojer a los
caminantes que la miran con ternura: dos minutos de mirarnos y ya
sabemos que estamos en un mundo simbólico ¿quién no ha perdido una
casa, un lugar, alguna vez?; ¿quién no ha dejado su alfombra en algún
lugar para que no se sabe quién la camine?
miércoles, 7 de marzo de 2018
Diario de LuzMa marzo 2018
(Diario de LuzMa, marzo 2018)
Publicado por Luz Maria Sarria en 14:13