miércoles, 7 de marzo de 2018

Diario de LuzMa marzo 2018





He mandado lavar "La" alfombra, de aquellas que se enrollan, que se amarran y que pesan, de aquellas de alguien que no voy a nombrar y que es dificil olvidar en el camino: Miro su vacío en el piso y ¿será que voy a partir una vez más; y que tengo que mudarme una vez más? ¿Adónde la voy a poner en el campo para que se llene de arañas? Casi nada me va importando en las mudanzas: mis libros, mis collares, mis piedras, mis efemérides, mi compu, mi celular: Me gustaría hacerme un turbante con esa alfombra llena de significados, pero pesa, me gustaría hacerme una falda y/o ya pués, tirarla en la puta calle y caminarla como un poeta de ida y de vuelta sonriendo a los transeuntes: y/o ya más Budista, escojer a los caminantes que la miran con ternura: dos minutos de mirarnos y ya sabemos que estamos en un mundo simbólico ¿quién no ha perdido una casa, un lugar, alguna vez?; ¿quién no ha dejado su alfombra en algún lugar para que no se sabe quién la camine?