La VOZ de MARTIN ADAN de un LP

Martín Adán - Su voz en disco de Vinilo (LP)

Con este post les envío LA VOZ de nuestro gran poeta Martín Adán: Sacada y recuperada de un viejo disco de vinilo. Conmovedora versión.

Nota: La encontrarán más abajo, al lado derecho del Blog y creado con el sistema Imeem. El Título del Poema es: “Escrito a Ciegas”.

ARTICULOS SOBRE MARTIN ADAN:

http://members.fortunecity.com/mundopoesia2/autores/martin_adan.htm
http://www.educared.edu.pe/estudiantes/literatura/adan2.htm

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LA MEJOR VERSIÓN DEL POEMA SE ENCUENTRA AQUI:

Mis disculpas, el texto en relación a la voz tiene errores.

No tengo mis libros a la mano porque ando en mudanzas y no puedo resolverlo. Bueno, hice lo que pude.

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Los remito a este link, el más fiel y bello del poema en cuestión:

http://www.pucp.edu.pe/biblioteca/martin_adan/hoj_esc.php


ESCRITO A CIEGAS

¿Quieres tú saber de mi vida?/

Yo sólo sé de mi paso,/

De mi peso,/

De mi tristeza y de mi zapato./

¿Por qué me preguntas quién soy,/

Adónde voy?... Porque sabes harto/

Lo del Poeta, el duro/

Y sensible volumen de ser mi humano,/

Que es un cuerpo y vocación,/

Sin embargo./

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Si nací, lo recuerda el Año/

Aquel de quien no me acuerdo,/

Porque vivo, porque me mato./

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Mi Angel no el de la Guarda./

Mi Angel es del Hartazgo y Retazo,/

Que me lleva sin término,/

Tropezando, siempre tropezando,/

En esta sombra deslumbrante/

Que es la Vida, y su engaño y su encanto./
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Cuando lo sepas todo…/
Cuando sepas no preguntar…/

Sino roerte la uña de mortal,/

Entonces te diré mi vida,/

Que no es más que una palabra más…/

La toda tuya vida es como cada ola:/

Saber matar,/

Saber morir,/

Y no saber retener su caudal,/

Yno saber discurrir y volver a su principio,/

Y no saber contenerse en su afán…/

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Si quieres saber de mi vida,/

Vete a mirar el Mar./

¿Por qué me la pides, Literata?/

¿Ignoras acaso que en el Mundo,/

Todo de nadas acumuladas,/

De desengrandar infinitudes,/

No sino un trasgo/

Eterno, sombra apenas de apetito de algo?/

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La cosa real, si la pretendes,/

No es aprehenderla sino imaginarla./

Lo real no se le coge: se le sigue,/

Y para eso son el sueño y la palabra./

¡Cuídate de su atajo!/

!Cuídate de su distancia!/
¡Cuídate de su despeñadero!/

¡Cuídate de su cabaña!/

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¿Quién soy? Soy mi qué,/

Ineflable e innumerable/

Figura y alma de la ira./

No, eso fue al fin… y era al principio,/

Antes de donde el principio principia./

Soy un cuerpo de espíritu de furia/

Asentada y de aceda ironía./

No, no soy el que busca/

El poema, ni siquiera la vida…/

Soy un animal acosado por su ser/

Que es una verdad y una mentira./

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¡Es tan simple mi ser, y tal ahogo,/

punzada en nervio y carne!.../

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Yo buscaba otro ser,/

Y ese ha sido mi buscarme./

Yo no quería ni quiero ya ser yo,/

Sino otro que se salvara o que se salve,/

No el del Instinto, que se pierde,/

Ni el del Entendimiento, que se retrae./

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Mi día es otro día,/

Algún no sé dónde estarme,/

A dónde no se ir en mi selva/

Entre mis reptiles y mis árboles,/

Libros y cementos/

Y estrellas de neón./

Mujeres que se me juntan como la pared y como nadie…/

o como madre,/

Y el recién nacido que sobre mí llora,/

Y por la calle/

Todas las ruedas/

Reales y originales./

Así es mi día cabal,/

Hasta mi última tarde./

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El otro, el Prójimo, es un fantasma./

¿Existe el aire,/

Donde te asfixias y recreas/

Respirando, tu cuerpo inane?/

¡No, nada es sino la sorpresa/

de tu mismo reencontrarte/

Siempre tú los mismos entre los mismos muros/

De las distancias y de las calles!/

¡Y de los cielos estos techos/

Que nunca me ultiman porque nunca caen!/

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Y no alcancé al furor de lo divino,/

Ni a la simpatía de lo humano./

Lo soy y no lo siento ni así me siento./

Soy en el Día el Solitario/

Y el absoluto en la Zoología si pienso,/

O como carnívoro feroz si agarro./

¿Soy la Creatura o el Creador?/

¿Soy la Materia o el Milagro?/

Qué mía y que ajena tu pregunta!.../

¿Quién soy? ¿Lo sé yo acaso?/

¡Pero no, el Otro no es!/

¡Sólo yo en mi terror o en mi orgasmo!/
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¡Y con todos mis sueños resoñados,/

Y con toda la moneda recogida,/

Y con todo mi cuerpo, resurrecto/

Tras cada coito, ciego, vano, sin pupila!.../

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¡Cuando no seas nada más que ser,/

Si llegas a la edad de la agonía!.../

¡Cuando sepas, verdaderamente,/

Que es ayuntamiento de muerte y vida!.../

¡Entonces te diré quién soy,/

Seguro sí, que ya sin voz, Amiga!/

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Que se curan con hierbas eficaces/

Los puros animales que te hablan/

Allá, entre piedras inmateriales/

El mundo real y la ciencia humana,/

Donde, con una pelota/

Los muchachos aparentes hediondos gozaban./

Sí, la vida es un delirio así, y sin embargo,/

En esa vida no estuvo mi nada,/

Ninguna, pero real, pero celeste o volcánica./

¡Qué tarde llega el Tiempo/

A su punto de olvido o de sensibilidad!/

Viene arrastrando, como el aluvión,/

De cúmulo, de suelo, de humanidad./

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¡Cuán a destiempo llega uno a sí mismo!/

¡Cuán inesperado y desesperado cualquier ya,/

Todo yo que cae con el Tiempo/

Desde nunca siempre y para siempre jamás!/

¡Qué madrugada eterna no dormida/

Lo del resolverse en el hacer y en el pensar!/

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La Soledad es una roca dura/

Contra la que arroja el Aire./

Está en cada pared de la Ciudad,/

Cómplice, disimulándose./

Me arrojo o me arrojo, sin cesar/

Yo soy mi impedimento y mi crearme./

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La Poesía es, amiga,/

Inagotable, incorregible, ínsita./

Es el río infinito/

Todo de sangre,/

Todo de meandro, todo de ruina y arrastre vívido…/

¿Qué es la Palabra/

Sino vario y vano grito?/

¿Qué es la imagen Poética/

Sino un veloz leño bajo un gato írrito?/

Todo es aluvión. Si no lo fuera,/

Nada sería lo real, lo mismo./

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El amor no sabía/

Sino tragarse su substancia/

Y así la Creación se renovaba./

Todo me era de ayer, pero yo vivo;/

Y a veces creo, y a la Vez me amamanta./

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No soy ninguno que sabe./

Soy el uno que ya no cree/

Ni en el hombre,/

Ni en la mujer,/

Ni en la casa de un solo piso,/

Ni en el panqueque con miel./

No soy nada más que una palabra/

Volada de la sien,/

Y que procura compadecerse/

Y anidar en algún alto tal vez/

De la primavera lóbrega/

Del Ser/

No me pregunte más,/

Que ya no sé…/

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Supe que no era lo que era, no sé cómo, y todo era/

Hasta la cosa de mi nada./

Y fui uno no sé cuándo,/

Persiguiendo, por entre numen y maraña/

Dentro de ella, yo, nacido y flaco, ya con todas las armas,/

Yo por todo paso que me hacía,/

A ello persiguiendo… a la palabra/

A cualquiera,/

A la de la madriguera o a la que salta./

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Si mi vida no es esto/

¿Qué será mi vida?... ¿Adivinanza?.../

Que me dé tiempo el Tiempo, a más del suyo,/

Y yo me reharé mi eternidad;/

Lo que me falta,/

Porque la eché… me estuvo un momento demás./

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¿Sabes de los puertos encallados,/

Del furor y del desembarcar,/

Y del cetáceo con mojadísimo uniforme,/

Que no nada y cae ya?/

¿Sabes de la ciudad tanta,/

Que me parece ciudad,/

Sino cadáver disgregado,/

Innumerable e infinitesimal?/

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Tú no sabes nada;/

Tú no sabes sino preguntar,/

Tú no sabes sino sabiduría/

Pero sabiduría no es estar/

Sin noción de nada, sino proseguir o seguir/

pie hacia el ya./
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"Martín Adán" - Kike Polanco. Pintor Peruano
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