viernes, 23 de noviembre de 2007

El Fracaso C´est Moi- Fragmento de novela "Con Gustuk"

Ilustración Roberto del Real E (editado por la L.M.S)


LAS MEMORIAS DE UNA BEAUTY O EL FRACASO C´EST MOI!

(Barranco 1985 - 1986... no recuerdo bien
porque ese rollo de la linealidad…)




NO SOLAMENTE HAY UN BRYCE ECHENIQUE en este país. Hay dos.
¡Yo soy su lado femenino! su lado Yin,
esas cosas, pensó la Beauty cuando estaba al borde de cumplir treinta y cinco años.

Esa mañana, al levantarse de un sueño premonitorio, mientras estaba en la ducha, todavía podía ver (en la bruma) la cara del famoso psicoanalista Carl Gustav Jung sentado al borde de su cama diciéndole: !Animus, Ánima!

Un viejo bellísimo había venido a hablarle en medio de sus sueños -desde el otro lado de la vida- y algo le quería decir. No había otro camino. Salir del exilio o no salir del exilio. Ser o no Sr.

Pero la Beauty necesitaba un poco más de orientación. Marcó el teléfono de la famosa Academia esotérica-Greco-Latina “Ha llegado tu hora”, pidió una cita con el Maestro Rudolff Blablasky conocidísimo por cambiar la vida de las personas, es decir, lograr que su cabeza, su emoción y su cuerpo (los tres centros más inarmónicos del mundo) tengan sentido, orden, armonía, ayyyyyyy.

“Conózcase a si misma a través de lo que teme”, sentenció el Maestro (y estas palabras iluminaron el alma de la Beauty) el temor, continuó, es el único velo entre usted y la conciencia cósmica ¿a qué le tiene miedo? Al licor, Maestro, susurró, es que me inspira. Beba, pierda el miedo, dictaminó. Luego el Maestro cerró los ojos y quedamente dijo, vuelva dentro de tres meses.

Se acercaba la época de Toros en Lima. En su condición de escritora no le alcanzaba la plata para comprarse las entradas “en sombra” a las que ella estuvo tan acostumbrada. Pero un sombrerito español no le quedaría tan mal, además, como estamos en plena moda retro (pensó) será solo cuestión de planchar mis faldas, mi mantilla del colegio y mi peinado a lo Bardot que tan bien me quedaba.

Decidió llamar a sus amigas de Ancón y decirles, acabo de llegar al Perú luego de mi exilio Barranquino, tengo ganas de ver color, belleza, alegría limeña. ¡Toros, toros! A propósito ¿qué fue de Fernando, mi primer amor? -canoso- le contestó María Luisa muerta de risa ¿tan rápido? Colgaron el teléfono. El domingo irían a la Plaza de Acho.

La Beauty toda vestida de color Chola Pink, (fresa, como el helado D´onofrio) con un mantón de Manila que consiguió prestado y con una bota de vino bien llenita -como sus ilusiones- partió a encontrarse con su amiga y su segundo marido con el cual ella (su amiga) sí era francamente feliz.

Luego del ¿cómo te va? y de sendos Piscos Souers, luego del he venido al Perú a recoger mis pasos porque estoy escribiendo una novela para un editor catalán que está muy entusiasmado “Bueno, vivo con él ¿cómo no va a estar entusiasmado?” entraron a la Plaza de Acho Limeña, y de pronto la Beauty ya estaba viendo (alucinando) a Fernando de veinte años moviendo los hombros y bailando… Momposina, ven a mi ranchito… mi vida está pendiente de una rosa… porque es hermosa y aunque tenga espinas…(canción)


Los toros estaban espléndidos esa tarde ¡Qué bien vestidos! ¡Qué bien conservados! Alguna que otra barriguita pero ¡Qué camisas encima de esas barriguitas! Oooolé, Olé, y el vino y el miedo, es decir, el vino sin miedo, y ya la Beauty olvidaba que tenía que hacer algunos apuntes para su novela, es decir, ya se encontraba en la faceta del ¿te acuerdas Pancho? y le brillaban lo ojos.

El amigo de la infancia se quedó a su lado y no dejaba de reír, de contar chistes y de cantar valsecitos…
en el café … en el salón … donde se oyen las notas de un valsss…

!Pancho! no me agarres la pierna… (mano depositada en una pierna) y de pronto el zigzageante pensamiento plagado de vino y el ¡Qué curioso cómo.. con la muerte se activa la sexualidad, y el pobre toro está lango, lango, y a este bombón no se le ocurre otra cosa que ladearse hacia mi cuerpo, y será porque en esta suerte de circo romano por fin, dije por fin, el hombre tan racional él, tan cartessiano por siglos, logra vencer a la bestia, al toro con sus cuernos y todo eso, y es que el hombre le tiene pánico a su lado (poco admitido, poco reconocido) primitivo, irracional, purito instinto
, y entonces no se le ocurre otra cosa que inventar una danza/ rito/ ceremonia tan/ apolínea como riesgosa como la de darle vueltitas al toro, a su naturaleza desbordante, ciega y grandota; no se le ocurre otra cosa que hacer un ritual demostrando aquello de “tú puedes y encima lo haces bonito” porque el toro es un simple animalito y todos gritando, aplaudiendo, excitándose en este gran círculo trágico en donde el hombre domina al animal,
(ya cállateeeeeeee)

Panchito, (ella toma la mano de Pancho con mucha suavidad), Panchito, tu mano es tu mano y mi pierna es mi pierna. Y yo adoro mis piernas y espero que tu adores tus manos.


CONTINUARÁ...

Propiedad intelectual de Luz María Sarria
Novela-Comic "Con Gustuk" (4a entrega)


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