sábado, 12 de enero de 2008

¿Platónica yo?¿será?



"Cada lágrima enseña a los mortales una verdad"
Platón


YO SOY AIÁ



Debemos haber estado alguna vez sin ser vistos
ni llamados al orden más allá del acéano.
Mi eterno amor
volteé la cara y no supe si eras tú
deslumbre.
Yo soy Aiá
la eterna botella abierta en la playa
en arenas malditas otra vez los dibujos del ave.
Aió
no es justo que el Olimpo se haya quedado allá
no es justo que nos embarquen a seguir deshaciéndonos
puse agua en mis manos horas y horas.
¿Cómo te llamaré ahora? ¿Ilio, Ameo, Toé?
Yo soy Aiá la misma desnombrada
...................te desoigo te difumas mi eterno amor
...................para siempre para siempre
Debo recordar cómo encontrarte
...................entre siglos sobre puentes
...................en alguna parte, Aió.
Te esperaré cinco meses sorda a las pléyades
porque ha sido cierto que nos cortaron por mitad.
Yo soy Aiá
aunque aparezcan caballos azules y me troten naranjas
Yo soy Aiá y naceré porfiadamente por tí, Rey de Sol.





Dibujo de Salvador Velarde. Pintor Peruano


EVOHÉ

Evohé, por ti me declaro inocente

ante un grillo verde

que ha vuelto tres veces y salta como un globo
Por ti mato a las arañas
con un papel
a las grises, a las negras
Por ti sólo me calmo cuando escucho el río
pero el río es caprichoso
Por ti acaricié las paltas
que son tan tontas
Por ti susurro hacia el animal que dormirá
cerca de mi cama
(que cuidará la entrada y le hago gestos con la boca)
por ti me digo coraje, repito dignidad,
y admiro a las mujeres que se entregan,
es que a veces las mariposas reposando sienten ganas de morir.
Sin ti, Evohé, ya no es lo mismo el canto
de la gorda cuculí ¿sabes? no duermo bien,
le escupo al alfarero,
son las seis de la tarde, riego, siembro,
repleta de mosquitos.
Es una golondrina este puñado de hojas:
dos flores amarillas
una roja
dos azules
anaranjada el ave.
Pensaba en ti, Evohé,
mis alas rotas, los pies...
el barro.


NO HAS SABIDO

No has sabido nunca sostenerte en el placer
¿En qué manos irías a caer?
Las diosas tienen equilibrio, pero tú...
¿qué es una huerta? ¿qué un amor? ¿qué una familia?
Pensabas ser feliz y tambaleas.

De pronto una cucaracha con medias nylon.
De pronto tú en el parque: “bienvenidos a este mundo”.

¡Mírate, gallina ciega!
En medio de la panza de la ballena.
Con una tela roja en los ojos
que tú dices que es la luna.
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Del libro Inédito "El Agua o el camino"
Propiedad intelectual de Luz María Sarria

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